Reseña sobre el cuento: "Machín, el monito que adivinaba la suert

 

Reseña sobre el cuento "Machín, el mono que adivinaba la suerte"



P o: Alejandro Godínez Vicente.

Es ineludible no destacar la diferencia de tópicos planteados en la historia del mono Machín. La libertad y la ambición se reducen a la mínima expresión de una venta indolente. El autor nos propone una estrepitosa pero atrapante historia de un mono que, al contrario del título, tuvo mala suerte, y con ella va a revelarnos varios aspectos que el común diario, en la cotidianidad pueden pasar.desapercibidos.
¿Hasta qué punto el ser humano toma en cuenta sus acciones? ¿Es tanto la ambición y el poder? o mejor aún ¿Hasta donde puede llegar nuestra empatía? Parecen tópicos demasiado explotados en novelas de antaño, sin embargo, Julio Goicochea lo plasma casi de manera teatral.
Machín, este monito que representará la inocencia y la libertad se va a sumergir en el peor episodio de su corta vida, es decir, ser atrapado por cazadores de animales. A partir de aquí, ya su suerte no depende de él, deja de tener el control de su vida para ser amaestrado y aprender sutilmente el arte del engaño.
Para el beneplácito de los lectores, Machín no sufre mayores altibajos, ni traumas, a excepción de temerle a la comida, ya que había observado previamente que un loro se había desmayado y no olvidemos el golpe anímico de ser extraído, casi extirpado de su hábitat. natural.
Fuera de estos dos episodios, Machín parecía no tener más inconvenientes en su proceso de adaptación a su nueva realidad, incluso llegaría a pensar a que se acostumbra y se divierte. Es interesante ver este plano de la obra, me pregunto si así las personas dejarían su pasado, si así como un infante olvida los malos momentos, o quizás no un infante, sino un adulto. Y no es casualidad encontrarse que el dilema del olvido/recuerdo con Julio Goicochea.
Finalmente, Machín en espera de su destino, quizás no se da cuenta, pero recién empezará. Él no confronta su realidad, todo lo contrario, se deja llevar y cuando encuentra la primera oportunidad de escapar, no lo hace, se queda; y solo cuando otro hombre, sin mediar palabras, no intenta arrebatarle su libertad, Machín al fin lo entiende. Y así como la libertad puede ejemplificarse sin palabras y la ambición puede medirse en el dinero, asimismo la sociedad nos mira de frente para decirnos que nuestro dilema está en lo cotidiano. Gran detalle de nuestro escritor que nos da una pieza, qué seguramente, será leída para comprender nuestras esencias.






Share:

Publicar un comentario

Designed by OddThemes | Distributed by Blogger Themes