¿Moriré cual un desdichado en esta ciudad sorda y muda?
Hace ya tanto tiempo que vivo solo, recordando
aquella escarcha al amanecer entre tréboles y cardos.
¡Qué solo estará hoy, aquellos lugares llenos de jardines con
flores!
Y yo, tanto tiempo ensombrecido por lágrimas y
recuerdos, en esta ciudad donde nadie quiere a nadie.
¡Como quisiera acortar esta gran distancia
que me separa de aquellos lugares!
Y no acabar en el sopor más hondo del olvido
bajo este pálido cielo limeño.
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